Dos fortificaciones en la playa de la Pixerota en Montroig del Camp.
Durante la Guerra Civil, el ejército republicano construyó un sistema defensivo costero que, aún hoy, perdura entre arenales y acantilados de la costa catalana. Al final, la invasión de las tropas fascistas se produjo tierra adentro, vadeando ríos, trepando serraladas y derramado sangre. Hoy, las ruinas de estos monumentos inservibles en su momento, nos recuerdan que todavía hay millares de restos de soldados perdidos, que no olvidados, en las cunetas. Estos monumentos de hormigón nos los recuerdan en ausencia de sus tumbas.